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Micromanagement: efectos en la motivación y la salud mental

  • Foto del escritor: Matías Velasco
    Matías Velasco
  • 18 abr 2023
  • 3 Min. de lectura

En nuestra búsqueda por comprender la relación entre la salud mental y el trabajo, es sorprendente cómo prácticamente todos los aspectos laborales se relacionan de alguna manera con la salud mental. Somos seres indivisibles en cuanto a nuestro entorno social, cuerpo y mente. En esta ocasión, vamos a analizar una práctica muy común en la administración de personas, que tiene un gran impacto en nuestra salud mental: el micromanagement. El micromanagement se refiere a la actitud de un jefe de supervisar muy de cerca el trabajo de sus empleados, enfocándose en detalles y controlando prácticamente todo. En su libro "El trabajo nos está matando", Jeffrey Pfeffer explica que la forma más fácil de volver loco a cualquier organismo (incluidos seres humanos) es imponer situaciones arbitrarias que hagan sentir que no pueden controlar su entorno. Cuando un jefe no puede delegar y está constantemente diciendo a sus empleados qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo, mina su autonomía y sentido de control. Esto desencadena una serie de consecuencias negativas. Los estudios muestran una relación directa entre la falta de control en las tareas laborales y el estrés psicológico, así como la salud física. La "indefensión aprendida" o "desesperanza" es un fenómeno que genera pasividad, inhibición de respuesta, incapacidad de aprender y afecta negativamente el estado emocional. La falta de control en el trabajo también impacta la motivación y la satisfacción laboral, a menudo más que el salario. Diversos estudios han demostrado las consecuencias negativas del micromanagement en la salud mental y física de los empleados, desde aumentar la ansiedad y depresión hasta elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico. Un estudio longitudinal de la Universidad de Indiana incluso reveló que aquellos sometidos a mayores exigencias laborales y con poco control sobre sus tareas presentaban un índice de mortalidad un 15.4 % más alto. Entonces, ¿por qué el micromanagement es una práctica común si sus efectos son tan perjudiciales? Existen múltiples razones, que pueden ser individuales (de liderazgo), organizacionales o relacionadas con dinámicas grupales. Un estudio interesante demuestra que al ceder el control a otros, tendemos a percibirnos a nosotros mismos y a los demás como menos efectivos y creemos que si hubiéramos participado en el proceso, el resultado habría sido mejor.

Aquí hay algunas estrategias para abordar el micromanagement:

A nivel individual:

  1. Desarrollar habilidades de liderazgo: Capacitar a los líderes en técnicas efectivas, incluyendo delegación, toma de decisiones y comunicación.

  2. Practicar la autoconciencia y autoreflexión: Identificar y mejorar las tendencias hacia el micromanagement.

  3. Proporcionar y recibir feedback regular: Participar en evaluaciones de desempeño y fomentar el intercambio de retroalimentación.

Intervenciones a nivel organizacional:

  1. Establecer metas claras y objetivos medibles: Asegurar que los empleados comprendan las metas y expectativas de la organización, permitiéndoles trabajar con más autonomía y confianza. 2. Fomentar la comunicación abierta y transparente: Crear un ambiente en el que los empleados puedan expresar sus inquietudes, sugerencias y feedback sin temor a represalias, lo cual facilita la identificación y el abordaje de problemas relacionados con el micromanagement.

  2. Implementar sistemas de seguimiento y medición: Establecer sistemas justos y objetivos de seguimiento del desempeño que permitan a los líderes monitorear el progreso de los empleados sin involucrarse en cada detalle, fomentando así una cultura de responsabilidad y transparencia en toda la organización.

En resumen, el micromanagement es una práctica común que puede tener graves consecuencias en la salud mental y física de los empleados. Con el fin de mejorar la satisfacción laboral, la motivación y el bienestar general, es esencial abordar este problema tanto a nivel individual como organizacional. Al fomentar un entorno de trabajo en el que los empleados tengan más autonomía y control sobre sus tareas, se crea una atmósfera más saludable y productiva que beneficia tanto a la empresa como a sus empleados.

Referecias bibliográficas

  • Pfeffer, Jeffrey. El trabajo nos está matando (Acción Empresarial) (Spanish Edition). Edición de Kindle.

  • SPELL, CHESTER S. y ARNOLD, TODD (2007), «An Appraisal of Justice, Structure, and Job Control as Antecedents of Psychological Distress», Journal of Organizational Behavior, 28: 729–51.

  • BOFFEY, PHILIP M. (1985), «Satisfaction on the Job: Autonomy Ranks First», New York Times-

  • PFEFFER, JEFFREY; CIALDINI, ROBERT B.; HANNA, BENJAMIN KNOPOFF, KATHLEEN (1998), «Faith in Supervision and the Self-Enhancement Bias: Why Managers Don’t Empower Workers», Basic and Applied Social Psychology, 20: 313–21.


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