Cómo Potenciar tu Programa de Bienestar para el 2024
- Matías Velasco
- 1 dic 2023
- 3 Min. de lectura
A medida que se acerca 2024, muchas organizaciones están revisando y ajustando sus programas de bienestar en el trabajo para el próximo año. La importancia del bienestar de los empleados ha ganado un mayor reconocimiento, siendo la salud mental y física factores clave para la productividad, el compromiso y el éxito general de los trabajadores. Según la encuesta "Diagnóstico de Bienestar 2022" de WTW, un 46% de las empresas declara que implementar o rediseñar el programa de asistencia al empleado será parte de sus iniciativas emergentes en el próximo año, y un 35% planea medir el estrés de los empleados y sus causas principales.
Sin embargo, defender estos programas y sus presupuestos no siempre es sencillo para el área de Personas, y sabemos que esto es un tema clave, ya que como se sabe "si no está en el presupuesto, entonces no existe". Por eso, te proporcionamos a continuación argumentos y datos relevantes para apoyar y fortalecer tu programa de bienestar en 2024, basándonos en información concreta y no solo en buenas intenciones.
Programación de Salud y Bienestar Corporativo: Más que un "Deseable"
Los programas de bienestar en el trabajo se han convertido en una necesidad, esencial para reducir el ausentismo, la pérdida de productividad, los costos de atención médica y para mejorar el ambiente y el compromiso laboral. Es más, hoy en día, a raíz de los cambios en el Protocolo de Riesgos Psicosociales en Chile (2023), hacerse cargo de la salud mental es una exigencia. Algunos datos que pueden ayudarnos a potenciar nuestra estrategia de bienestar son:
De las empresas encuestadas por WTW en 2022 en Chile, un 85% indica que la salud mental es una de las mayores preocupaciones para su fuerza laboral, seguida por el estrés y el burnout (83%).
En Estados Unidos, el 85% de las grandes empresas y el 54% de las pequeñas ofrecen uno o más programas de bienestar, lo que muestra la amplia adopción de estos servicios en las prácticas laborales (KFF 2022).
En Chile, el bienestar emocional es la máxima prioridad para las empresas en los próximos tres años, con un 92% de preferencias (WTW 2022), seguido por el bienestar físico (89%), social (81%) y financiero (75%).
Satisfacción Laboral y Retorno de Inversión en Programas de Bienestar
Los empleados que participan en programas de salud y bienestar son más propensos a ser productivos, estar satisfechos y sentir lealtad hacia su organización. Al recibir apoyo en su bienestar físico y mental, es probable que experimenten menos días de enfermedad, menor uso de servicios médicos y mayor productividad, lo que resulta en un impacto positivo en los resultados empresariales.
Más del 80% de los empleados cuyos empleadores se preocupan por su bienestar disfrutan de su trabajo (Zippia, 2022).
Las empresas que ofrecen programas de bienestar ven un retorno de inversión de seis a uno, principalmente en costos médicos reducidos y menor ausentismo (Zippia, 2022).
El 56% de los empleados que participan en programas de bienestar empresarial reportan menos días de enfermedad (Zippia).
Nuevas Formas de Trabajar: Trabajo Remoto y Bienestar en el Lugar de Trabajo
El trabajo remoto ha transformado el ambiente laboral tradicional, presentando nuevos desafíos y oportunidades para el bienestar en el trabajo.
El 66% de las organizaciones planea priorizar programas de salud y bienestar para trabajadores remotos en los próximos dos años (WTW, 2022).
Casi tres de cada diez trabajadores híbridos y seis de cada diez trabajadores completamente remotos considerarían cambiar de empresa si no se ofrece flexibilidad en el trabajo remoto (Gallup 2023).
Programas de Bienestar como Parte de una Estrategia Integral
A pesar de que los programas de bienestar han ido ganando terreno, a menudo carecen de una estrategia bien definida. En 2020, un 44% de las empresas no tenía una estrategia de bienestar definida; hoy, un 34% aún carece de una (WTW). Este avance demuestra progreso en el área, pero también resalta la necesidad de una entrega más efectiva de los programas de bienestar. Las principales barreras para el éxito incluyen la falta de comunicación y facilidad de acceso.
Los desafíos adicionales incluyen el aumento de costos (65%), la insuficiencia de apoyo financiero (43%) y la falta de datos para medir los resultados (38%). Estos aspectos exigen un enfoque integral, metódico y científico, donde a menudo el apoyo de expertos es fundamental para avanzar.

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