¿Cómo saber si su intervención en bienestar y salud mental funciona?
- Matías Velasco
- 27 oct 2021
- 6 Min. de lectura
La Organización Mundial de la Salud comenzó a reconocer el 10 de octubre como el Día Mundial de la Salud Mental en 1992, y durante casi 30 años, ha utilizado este día para resaltar la realidad de que todos enfrentamos desafíos de salud mental en nuestra vida diaria. La OMS se adelantó a su tiempo en su trabajo para desestigmatizar los problemas de salud mental, y el tema de la campaña de este año - "Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad" - parece diseñado para acabar con la estigmatización de una vez por todas.
La pandemia ha afectado significativamente nuestra salud mental. Ha provocado un estrés inimaginable y ha interrumpido muchos servicios que apoyan los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias. Pero también aumenta la conciencia de estos problemas generalizados. Como resultado, los líderes empresariales están reforzando sus programas de beneficios y muchas organizaciones están tomando medidas para ampliar sus esfuerzos en todos los niveles.
Una encuesta reciente de Business Group on Health reveló que casi el 90% de los grandes empleadores aceleraron iniciativas para mejorar los servicios de salud mental para sus trabajadores este año. Si bien esto muestra un compromiso de tomar medidas preventivas y priorizar la salud mental de los empleados, el problema es que estos recursos por sí solos no son suficientes. Por ejemplo, el 96% de las empresas implementan herramientas tradicionales y programas de bienestar, pero tienen una tasa de utilización promedio de los empleados de menos del 10% por año.
En honor al reciente Día Mundial de la Salud Mental, es hora de que todos los empleadores reevalúen su enfoque de los beneficios de salud mental para asegurarse de que están ofreciendo recursos que realmente ayuden a su equipo y, en última instancia, mejoren el retorno de la inversión.
Entender cómo medir el éxito de su programa
El ROI de los beneficios para la salud mental es difícil de cuantificar. Las empresas tradicionalmente han evaluado el éxito y la calidad de sus programas utilizando métricas como la reducción del ausentismo o el número total de ofertas de beneficios. Pero esta correlación es dudosa. Múltiples factores, incluido el presentismo; los empleados que ponen una cara valiente mientras luchan por los desafíos de salud mental, pueden llevar a una reducción del ausentismo, pero a una pérdida de productividad, desempeño y la presencia de posteriores enfermedades. Y contar las ofertas de beneficios es lo que mejor se ajusta a la cantidad, no a la calidad. Los líderes organizacionales ahora comprenden que los programas de salud mental y bienestar son una necesidad.
Este cambio ha facilitado una nueva forma de medir el ROI de los beneficios para la salud mental: la utilización. El Informe de salud mental en el trabajo de 2021 de Mindshare Partners encontró que el 76% de los trabajadores a tiempo completo experimentaron síntomas de una afección de salud mental. Si más de siete de cada diez empleados están luchando con problemas de salud mental y solo uno de ellos tiene acceso a recursos de apoyo, el programa de beneficios actual está fallando y está generando mayores costos para la organización. Al evaluar el éxito de los programas basados en la utilización, las empresas pueden tomar decisiones informadas sobre qué beneficios de salud mental y bienestar brindan el mayor valor.
Mejorar la utilización desestigmatizando la salud mental en el lugar de trabajo.
Un componente clave para mejorar la utilización es tomar medidas proactivas para desestigmatizar la salud mental en el lugar de trabajo. Según Kaiser Permanent, 8 de cada 10 trabajadores con una condición de salud mental dicen que la vergüenza y el estigma les impiden buscar atención de salud mental. Si no se tratan, estas afecciones cuestan a las empresas miles de millones cada año. Los líderes empresariales pueden hacer algo más aceptable el hecho de hablar sobre los desafíos de salud mental liderando iniciativas y compartiendo sus propias luchas cuando sea apropiado. Abrir reuniones con videos sobre salud mental es una excelente manera de crear una cultura que no juzgue ni avergüence los problemas de salud mental. Fomentar el diálogo abierto y honesto con los empleados les permite utilizar herramientas de apoyo y facilita que las personas con problemas de salud mental comiencen el tratamiento.
La pandemia ha amplificado el debate público en torno a la salud mental, creando una oportunidad para que los empleadores aumenten la conciencia sobre los recursos disponibles y las soluciones preventivas. Los líderes empresariales que aprovechen este momento pueden fortalecer su cultura organizacional rompiendo el silencio en el lugar de trabajo y eliminando el estigma. Esto beneficia tanto al individuo como a la empresa.
No asumas, escucha
Hablar sobre salud mental fomenta una comprensión más profunda de lo que afecta a los empleados y permite a las empresas adaptar sus ofertas para abordar desafíos específicos. Hay una distinción importante entre las organizaciones que escuchan y las que asumen. Las empresas que hacen suposiciones continúan acumulando beneficios sin identificar los problemas que enfrenta su fuerza laboral. Esperan que los empleados se comprometan con las nuevas ofertas, pero nunca las consultan y, en última instancia, ven una utilización mínima. Es una deficiencia común y prescriptiva de los programas organizacionales de salud mental y bienestar que crea una experiencia onerosa.
Escuchar es fundamental para un programa exitoso de salud mental y bienestar porque ayuda a los empleadores a saber qué quieren y necesitan los empleados. Si cree que sus empleados se sienten incómodos al compartir abiertamente sus problemas de salud mental, realice encuestas anónimas para tener una idea de cómo se sienten. Luego, las organizaciones pueden proporcionar a los empleados los recursos que desean utilizar. Es importante destacar que las organizaciones que escuchan también pueden perfeccionar su enfoque a medida que evolucionan los desafíos de los empleados. Los problemas de salud mental han cambiado drásticamente desde el comienzo de la pandemia y seguirán haciéndolo. Es imperativo que las organizaciones adapten las ofertas de servicios a las necesidades recientemente identificadas.
Reducir las barreras de acceso
Escuchar también ayuda a los líderes empresariales a comprender cómo los factores sociales y culturales afectan a los trabajadores de muchos grupos diversos. Las investigaciones han demostrado que los factores socioeconómicos impactan hasta en un 80% de los resultados de salud y crean barreras para el acceso al apoyo y los recursos. Por ejemplo, la alfabetización en salud es un determinante social de la salud que mide la capacidad de una persona para obtener, procesar y comprender la información de salud básica necesaria para tomar decisiones de salud adecuadas. Es importante reconocer que no todos los empleados interpretan o absorben la información de la misma manera, y muchos no pueden utilizar los recursos de la empresa sin tener la culpa.
Las organizaciones deben tener en cuenta las experiencias y circunstancias de cada persona al seleccionar sus beneficios. Los miembros del equipo no compartirán el mismo punto de vista o nivel de comodidad sobre temas de salud mental, y abordarlo como tal conducirá a resultados infructuosos. Los recursos deben ser confidenciales, tener tantos puntos de acceso como sea posible y reunirse con los empleados donde se sientan cómodos, independientemente de su estado o situación. Las herramientas de apoyo más efectivas facilitan que una persona obtenga, comprenda y procese información educativa sobre salud mental.
Haga de la salud mental parte de su estrategia empresarial
La salud mental y el bienestar han sido durante mucho tiempo un foco de atención para los gerentes de recursos humanos y beneficios, pero los últimos 18 meses han hecho de esto una preocupación mayor a nivel ejecutivo y de los sindicatos. Las investigaciones muestran que los recursos de apoyo para la salud mental y el bienestar son un diferenciador clave para retener a los mejores talentos, y las organizaciones que fracasan en esta área están luchando por llenar las vacantes. En el futuro, estos recursos pueden incluso influir en el proceso de contratación. Los empleados están demostrando que dejarán los trabajo sin personas si su empleador no satisface sus necesidades.
La pandemia ha hecho que muchas personas reconsideren cómo miden el éxito personal, y la salud mental y el bienestar han suplantado al cheque de pago como indicador principal. Es hora de que los empleadores hagan lo mismo con sus beneficios de salud mental y programas de apoyo identificando formas de mejorar la utilización, impulsar el compromiso y proporcionar a su gente los recursos que necesitan para vivir su mejor vida personal y profesionalmente. Este enfoque permitirá a las organizaciones de todo el mundo hacer realidad la atención de la salud mental para todos.
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Artículo original de Anna Mittag en Benefit Pro

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